domingo, 17 de agosto de 2008

Para iniciar el semestre 2008-B

Un poema a próposito de las Olimpiadas del poeta chino Han Yu para que iniciemos a romper el silencio con nuestras emociones, con nuestros dolores, con nuestro canto.
Todo resuena cuando se rompe el equilibrio.
Las yerbas son silenciosas,
pero si el viento las agita, silban.
El agua calla,
pero si el aire la mueve, repica;
las olas mugen: algo las oprime;
la cascada se precipita: le falta suelo;
el lago hierve: algo lo calienta.
Son mudos los metales y las piedras,
pero si algo los golpea, rechinan.
Así el hombre.
Si habla, es que no puede contenerse;
si se emociona, canta;
si sufre, se lamenta.
Todo lo que sale de su boca
se debe a una rotura...
Cuando el equilibrio se fragmenta,
el cielo escoge entre los hombres
aquellos más sensibles y los hace hablar.